Nuestra empresa

Ribera Vinos y Aceites S.A. es una empresa familiar fundada en 1989. Poseemos dos unidades de negocios, bodega de vinos (blancos y tintos) y almazara de aceites de oliva.

 

Nuestro negocio, nuestra famila...

En el sector oleícola comenzamos con una pequeña almazara de prensas y capachos, pasando después a unas instalaciones más modernas y productivas. Actualmente tenemos capacidad para procesar más de 400 toneladas de aceitunas al día.

Somos más que aceite...

También poseemos bodega de vinos (blancos y tintos). En bodega tenemos capacidad para elaborar más de 7 millones de litros de vino blanco y tinto de la máxima calidad y a un precio muy competitivo por la optimización de nuestro proceso productivo, fruto de la experiencia en el sector.

Un objetivo muy presente

Tenemos como objetivo seguir creciendo tanto en volumen como en la calidad de nuestro producto, adaptándonos a las necesidades de nuestros clientes para alcanzar así su plena satisfacción y poder añadir valor al excelente trabajo de nuestros proveedores, agricultores locales de nuestra comarca comprometidos con la calidad y con el respeto del medio ambiente.

 

El proceso de una almazara es fundamental en la producción de aceite de oliva, un producto ampliamente apreciado en todo el mundo por su sabor, propiedades y beneficios para la salud. Una almazara es el lugar donde se lleva a cabo la transformación de las aceitunas en aceite de oliva mediante diversas etapas.

El proceso de una almazara comienza con la recepción de las aceitunas. Las aceitunas son recolectadas en el momento óptimo de madurez y llevadas rápidamente a la almazara para evitar su deterioro. Una vez allí, las aceitunas son sometidas a una inspección visual y se descartan aquellas que presenten signos de podredumbre o daños.

Después de la selección, las aceitunas pasan por una etapa de limpieza. En esta fase, se eliminan hojas, ramas y otros residuos que puedan estar presentes en la carga. Para ello, las aceitunas se someten a un proceso de lavado y se utilizan cribas y separadores de aire para eliminar los elementos no deseados. 

A continuación, las aceitunas limpias se dirigen a la etapa de molturación. En esta fase, las aceitunas se trituran para romper su estructura y liberar el contenido oleoso. Tradicionalmente, se utilizaban grandes piedras de molino para la molturación, pero en la actualidad se emplean máquinas llamadas molinos de martillos o trituradoras de discos. Estas máquinas trituran las aceitunas y obtienen una pasta compuesta por aceite, agua y residuos sólidos, como la piel y el hueso.

La pasta resultante se somete a un proceso de batido o mezclado para facilitar la extracción del aceite de oliva. Durante esta etapa, se agita la pasta para romper las membranas celulares de las células de las aceitunas y permitir la liberación del aceite. El batido se realiza en equipos llamados batidoras o mezcladoras.

 

Una vez batida la pasta, se procede a la extracción del aceite de oliva. La técnica más común utilizada es la centrifugación. La pasta batida se introduce en una centrifugadora, que separa los diferentes componentes por su densidad. Debido a que el aceite es menos denso que el agua y los residuos sólidos, se separa y recoge en un recipiente, mientras que el agua y los residuos se eliminan por otro conducto.

Tras la centrifugación, se obtiene un aceite de oliva crudo, que todavía contiene impurezas y residuos sólidos en suspensión. Para obtener un aceite de calidad, se realiza un proceso de clarificación. Esto implica el uso de decantadores o separadores centrífugos adicionales que eliminan las partículas suspendidas y separan el aceite puro de los restos.

El aceite de oliva obtenido en esta etapa se conoce como aceite virgen extra, considerado el de mayor calidad. Sin embargo, es posible seguir refinando el aceite para obtener distintas categorías, como el aceite de oliva virgen o el aceite de oliva refinado. Estos procesos de refinamiento

 

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No dude en preguntarnos y le responderemos lo antes posible